Desde el año 2013, en que nuestro Tribunal Supremo dijo -en su sentencia 257/2013, de 29 de abril- que la custodia compartida debía ser la regla general que aplicar cuando en el divorcio con hijos, mucho ha llovido. Y aunque parecía al principio la chica fea del baile, poco a poco se ha asentado como el mejor sistema para ese divorcio con hijos (si es que hay algo de positivo en las rupturas…), ya sea contencioso o de mutuo acuerdo.
El transcurso del tiempo me permite, desde la experiencia como abogado de Familia, tener el atrevimiento de dar unos breves y concisos consejos a todos aquellos que quieran seguir “criando, amparando y educando” a sus hijos, como dijo el Tribunal Supremo en el 2013, cuando se divorcian. Obviamente dependerá de muchos factores, pero como lo que está en vuestras manos es lo único que se puede controlar (desde buscar un abogado especialista a, lógicamente, querer la custodia compartida), tratad de aprovecharlo.
Ahí van esos atrevidos y espero que útiles consejos…
1.- Probad que acudís al colegio y al médico: cada vez que vayáis al pediatra, a urgencias, a tutorías, a actividades en el colegio de vuestros hijos, pedid el certificado oportuno o sacad una foto donde se os vea con ellos. Todo abogado de Familia os dirá que “quien alega, debe probar”, en este punto veréis si el profesional que habéis elegido es abogado especialista en Familia.
Si las actividades o las visitas al médico son en horario escolar acreditaréis, a la vez, que os involucráis en esas cuestiones y, a también, que tenéis un horario laboral compatible.
2-. Firmad la agenda escolar, los boletines de notas o haced el seguimiento académico en la plataforma online del colegio: es fundamental que el juez vea que estáis al tanto de cómo van vuestros hijos en el colegio. Es básico. Sin ese seguimiento, la pata del banco de la custodia compartida sobre el conocimiento de lo escolar queda coja.
No dejéis de informar a vuestro abogado de Familia sobre las particularidades del colegio de vuestros hijos, de qué actividades extra hacen: él o ella os podrá indicar, como especialista, qué es lo más conveniente y lo que mejor “hace prueba”.
3.- Acreditad que vuestro horario de trabajo es compatible con criar a vuestros hijos: a veces es difícil, pero es imprescindible no solo querer sino poder. Para la custodia compartida es fundamental (como para cualquier tipo de custodia) que puedas encargarte de tus hijos tanto con tiempo como en lo económico.
Si partís de un horario totalmente compatible, pedid a vuestra empresa que lo acredite con el certificado de rigor; si es un horario más complicado, pero flexible, que así os digan. Pero cuidado si sois autónomos y con un establecimiento abierto al público, que por mucho que digáis que os organizáis el juez puede dudar: en este punto, fundamentales son los puntos 1 y 2.
Por lo general, los abogados de Familia contamos con modelos preparados para poder acreditar esa flexibilidad laboral. Fundamental, al igual que en lo concerniente al colegio, que le comuniquéis vuestras circunstancias laboral para que pueda preparar ese documento como toque.
4.- Mantened con vuestro/a futuro/a ex la comunicación sobre lo que afecte a los niños: que no os lleváis todo lo bien que fuera deseable es lógico, os vais a separar. Pero vuestros hijos no tienen culpa de nada. Por ello, y aunque os cueste, habéis se seguir comunicando con el/ella para organizaros y seguir atendiendo a vuestros hijos como siempre, aún divorciados.
Si utilizáis habitualmente el WhatsApp, seguid comunicando por WhatsApp; si es por email, por email. Lo importante es que quede claro que sigue habiendo involucración en el día a día y que ello solo puede mantenerse con la custodia compartida.
5.- Cede en pequeñas cosas: es verdad que este consejo puede costar algo más de llevar a la práctica, pero para la custodia compartida es imprescindible tener “mano izquierda”. Para llevarse mal solo hace falta que uno quiera, pero por ti no debe quedar intentar que haya buena sintonía: ofrece propuestas, da alternativas, pero, sobre todo, piensa en tus hijos y en que no te vean como eres tú quien pone obstáculos a que estén con el otro progenitor.
De esas pequeñas cesiones podéis llegar a que el procedimiento sea de mutuo acuerdo, de forma que ahorréis costes a todos los niveles: económicos, temporales y, sobre todo, emocionales.
6.- No hagáis partícipes del conflicto a vuestras familias: la tentación de hablar con suegros y cuñados para que intenten “convencer” a nuestro/a ex de que se “porte bien” tendrá un efecto boomerang. 99 de cada 100 tomarán partido por la “sangre”, por lo que podéis pasar de ser -a sus ojos- unos magníficos padres a ser un acérrimo enemigo.
Debéis tener en cuenta que si les citan al juicio como testigos es muy posible que no digan una buena palabra de vosotros. Por tanto, mejor apartarlos de vuestras discusiones, para proteger la petición de custodia compartida.
Es más, dejarles al margen puede ayudar a que ponga algo de cordura en vuestra ruptura y que, gracias a ello, el procedimiento sea de mutuo acuerdo.
7.- Si hay pequeñas/grandes discusiones en la casa, es mejor salir de la vivienda y evitar que vuestros hijos las vean: tened presente que los niños son esponjas y que ver a sus padres enfrentados no les será agradable. Además, “quien evita la tentación evita el peligro” de posibles denuncias. Tiempo habrá de mostrar tus cartas sobre la vivienda.
Es el mejor consejo que puede daros un abogado de Familia especialista: “más vale prevenir que curar”. Además, porqué no también, se llegue al mutuo acuerdo porque no haya ocasión de discutir entre cuatro paredes.
8.- Preparad un sólido “Plan de Parentalidad”: sin ese plan, nunca se concederá la custodia compartida. Es obligatorio presentarlo con la demanda (así nos lo dijo el Tribunal Supremo en su sentencia 130/2016), debiendo ser algo muy trabajado.
El Plan de Parentalidad podría definirse como el “manual de instrucciones” de la custodia compartida que se proponga. Desde cómo se alternará la convivencia de vuestros hijos a cómo solucionaréis las controversias del día a día o de mayor calado (elección de colegio, elección de actividades extraescolares, Primera Comunión si o no…), debéis ser detallistas en cómo vivirán vuestros hijos con vosotros.
Si tenéis claros los patrones básicos, no os costará elaborar el Plan. Al fin y al cabo, habláis de vuestros hijos de cómo les cuidaréis cuando os separéis.
En este punto es fundamental que vuestro abogado de Familia os ayude. Seguramente, sea en este punto también donde se vea que es abogado especialista. Al no haber reglas claras sobre cómo elaborarse el Plan de Parentalidad, debe ser él o ella quien os de las nociones fundamentales, los puntos en los que hay que hacer hincapié, para que vuestra Plan de Parentalidad explique con detalle cómo haréis la custodia compartida.
Como veis, mis atrevidos consejos van enfocados a prepararse para un procedimiento judicial, donde vuestra principal pretensión será esa custodia compartida. Podrían ampliarse, pero en síntesis se trata de que le demostréis al juez que os toque que no hay porqué apartaros de los niños y convertiros en un “papá de Burger King”.
Tened presente también que, tal vez, estéis a tiempo de arreglar la situación con vuestro/a ex antes de tener que acudir al juzgado. Por ello, si está en vuestra mano, acudid a los servicios de mediación familiar de vuestra localidad, intentando que se llegue a acuerdo. No se pierde nada por intentarlo…
Por último, y nuevamente atrevido, si no os queda más remedio que acudir al juzgado, elegid bien al letrado/a que os represente. Tenéis que buscar un abogado que sea un abogado especialista, un abogado de Familia.
Igual que en la medicina, en el derecho hay especialidades variadas. De ahí que se sea fundamental que quien os represente sea un abogado especialista, que sepa dirigiros y os ayude en el tortuoso camino de la separación. Si, además, ese abogado de Familia tiene un talante conciliador, es muy posible que terminéis llegando al siempre deseado acuerdo.
Un divorcio con hijos es de las situaciones más desagradables con las que os podéis encontrar. Por mucho que el tiempo cure heridas, ese divorcio con hijos no deja ser el fracaso de un proyecto de familia. Por eso, el fracaso será menos fracaso si, cuanto menos, vuestros hijos notan lo menos posible la ruptura: la custodia compartida ayudará a vuestros hijos a que sigan teniendo, pese al divorcio, a papá y a mamá.